Según una versión, Odín paseaba un día por la orilla del mar durante unas de sus frecuentes visitas al Midgard (mundo de los hombres), cuando vio a esas enormes y hermosas mujeres jugando en el agua. Al impulso le siguió la acción, y como resultado las nueve se unieron para dar a luz a su debido tiempo al dios Heimdall.
Existe una leyenda muy similar en Irlanda. Raud Rigdonson viajaba de Irlanda a Noruega con una pequeña flota cuando de repente se detuvieron. Se tiró al agua y vio como tres mujeres enormes sujetaban la popa de sus barcos. Para poder seguir con su camino ellos debían pasar la noche con ellas. Después de ello prosiguió su viaje a Noruega y prometió que a la vuelta volvería a pararse en el mismo lugar. No obstante, después de siete años en Noruega, decidió romper la promesa y regresar directamente a Irlanda. Las gigantas furiosas le persiguieron pero las naves de Raud eran demasiado rápidas, asi que como venganza cortaron la cabeza a su hijo y se la lanzaron.
Es casi seguro que se trata de dos versiones diferentes de la misma historia, con diferencia de que, en el relato Irlandés, el hijo no es un dios y por tanto no sobrevive. Además, la paternidad de Heimdall es dudosa y existen varias formas híbridas de la leyenda.
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